Propiedades de los Huevos de Gallina
- Il Basilico Viola
- 2 mar 2019
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Qué tan bueno son los huevos en nuestra alimentación.
Definición de Huevo fresco
Según Capítulo 22. 2 del Decreto SENASA 4238/68 sustituido por art. 1o de la Resolución No 933/87 de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca B.O. 22/08/1988) se entiende como huevo fresco al que no ha sido sometido a ningún procedimiento de conservación, con excepción de la climatización del ambiente a temperatura entre ocho (8) y quince (15) grados centígrados y humedad relativa comprendida entre setenta (70) y noventa (90) por ciento, y libre de olores y sabores extraños. El huevo perderá su condición de fresco si ha sido sometido intencionalmente a temperaturas inferiores a los ocho (8) grados centígrados.

Clasificación de huevos por calidad
Clase A
Huevos frescos de la máxima calidad. No son lavados, limpiados, ni sometidos a tratamientos de conservación. Tampoco pueden estar refrigerados en los locales o establecimientos en los que se mantenga la temperatura artificialmente a menos de 5 °C. La cantidad almacenada en los establecimientos no debe sobrepasar la necesaria para tres días de venta al por menor.
Clase B
Huevos de calidad corriente o de segunda calidad, cuyas características no permiten su clasificación en la categoría de huevos frescos. Estos huevos han experimentado un tratamiento de limpieza, desinfección por inmersión, refrigeración o conservación.
Clase C
Son aptos para el consumo humano pero únicamente podrán destinarse a industrias alimentarias autorizadas o a industrias no alimentarias.
La categoría de los huevos de la clase A se clasifica en función de su peso:
Super grandes (XL), más de 73 gr.
Grandes (L), 63 – 73 gr.
Medianos (M), 53-63 gr.
Pequeños (S) menos de 53 gr.
El color del huevo (blanco o moreno) viene determinado por la raza de la gallina ponedora y no tiene nada que ver con su valor nutritivo, sabor o calidad
¿Que nos aporta el huevo de gallina?
A nivel calórico, un huevo entero de 50 gramos de peso aporta aproximadamente unas 80 calorías. Contiene gran cantidad de proteína y es considerada como patrón de referencia para comparar nutricionalmente a las demás proteínas de los diferentes alimentos. Esto se debe a que es la proteína de más alto valor biológico (contiene los aminoácidos esenciales para el organismo). En 100 gramos el aporte proteico es de 12 a 14 gramos.
las grasas que predominan en el huevo son ácidos mono y polisaturados (principalmente acido linolénico-Omega 3), muy beneficiosos para el organismo. Su grasa es de fácil digestión.
También están presentes la lecitina, los fosfolípidos y el colesterol. En 100 gramos de huevo el aporte de grasa es de 10-12 gramos y 550 mg de colesterol.
Es un excelente fuente de hierro, concentrado especialmente en la yema (dependiendo de la alimentación de las gallinas), fósforo, potasio y magnesio.
Se considera al huevo una gran fuente de vitamina B12 (cobalamina), presente principalmente en la yema. Así mismo nos aporta vitamina B1 (tiamina), B2 (riboflavina), niacina (vitamina B-3), ácido fólico, vitaminas A, D y E (en la yema). Es importante señalar que los huevos poseen colina, muy conveniente para la alimentación de mujeres embarazadas, ya que facilita el correcto desarrollo del sistema nervioso central del embrión/feto, junto con el ácido fólico. Por otro lado los carotenoides, luteína y zeaxantina, ayudan a prevenir trastornos oculares como las cataratas y la ceguera.
¿Cuantos huevos se pueden consumir habitualmente?
Escuela de Salud Pública de Harvard considera apropiado la ingesta de un huevo diario en personas sanas, pero limita la ingesta a 3 yemas de huevo semanales en quienes tienen riesgo cardiovascular o diabetes.
Sabemos que son los azúcares y no las grasas los que contribuyen en mayor medida al colesterol LDL o malo, por lo que la ausencia de estos nos da pistas sobre la conveniencia de los huevos en cualquier dieta. Algunos estudios parecen demostrar que la ingesta de huevos contribuye a bajar el colesterol plasmático, así como el nivel de insulina en sangre, con lo que se disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes de tipo 2.
Asimismo, no debemos olvidar la forma de cocción del huevo y las preparaciones en las que se consume, ya que no será igual un huevo frito con alimentos grasos que un huevo junto a vegetales en una ensalada.
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